15/06/2015 13:11:11
Así lo establece el Decreto 548 de 1989, que garantiza un ambiente agradable para que estudien en las mejores condiciones. Si no se cumple, puede denunciarlo en las Superintendencia de Educación Escolar.
¿Mi hijo o hija pasará frío en la sala de clases este invierno? Una pregunta y preocupación recurrente de los apoderados. Bueno, un Decreto 548 de 1989 les garantiza estudiar en un ambiente templado que propicie la concentración y, por lo tanto, un buen desempeño académico.
Así lo informó Educación 2020, que recurrió a la legislación para responder a una mamá de la Región de La Araucanía, que les hizo llegar su inquietud. Y encontró que quienes van al jardín infantil u hogares estudiantiles deben estar en un ambiente de 15º C; mientras que los alumnos de básica y media, en uno de 12º C.
La Unesco indica que sobre los 19º C es un ambiente “muy caluroso” y bajo los 7º C, “muy frío”, de acuerdo a la fundación sin fines de lucro.
¿Y si la sala no logra esta temperatura ideal? El Decreto 548 establece que “deberá lograrse mediante estrategias pasivas, de lo contrario, con sistemas de calefacción, que posean ductos de evacuación de gases al exterior y protecciones para evitar quemaduras”. Es decir, explicó 2020, estufas o calefactores eléctricos.
La Unesco, añadió la fundación, recomienda implementar calefacción en cada colegio que lo requiera, salvo entre Arica y Los Vilos, zonas más temperadas.
Además de a calefacción, los colegios deben cumplir con tener una buena iluminación en sus salas de clases. Contarán con ventanas que aseguren la luz natural para alcanzar, mínimo, 180 lux en la cubierta de la mesa de niños, niñas y jóvenes. Esta medida puede complementarse con luz artificial. Como referencia, la Unesco recomienda 100 lux para los pasillos, 600 lux para una biblioteca y 250 lux para una sala de clases.
“Si comparamos nuestra normativa con la de otros países con iguales condiciones climáticas, nos encontramos muy distantes de lo que realmente se necesita”, explicó Michelle Olgui, psicopedagoga del Centro de Liderazgo Educativo de Educación 2020. “Con 12°C el cuerpo se dispone en modo de conservación y es mucho más difícil poner atención o escribir. Por otro lado, si las estufas de las salas no son eléctricas, se consume el oxígeno y da sensación de somnolencia”, añadió.
Si el establecimiento no cumple el Decreto debe recurrir a la Superintendencia de Educación, así lo informó Ximena Bugueño, jefa de la División de
Denuncias. Y hay dos alternativas, ir a Denuncias o acudir a las Oficinas Regionales de Atención de Denuncias de la Superintendencia de Educación Escolar.