10/06/2015 16:26:00
El amor y el calor de la cría acompañó a su madre luego de que ésta quedara gravemente herida en el cuello y la cara mientras ambos cruzaban una carretera en Australia.
![Foto Nota]()
Imágenes conmovedoras nos muestra el Australia Zoo Wildlife Hospital de la operación que realizaron ayer en su sede de Coominya, al sureste del país oceánico. Se trata de Lizzy y su bebé Phantom, dos koalas que fueron alcanzados por un auto mientras cruzaban una carretera y que no se separaron en ningún momento tras el impacto. El bebé salió ileso, pero los veterinarios del hospital sometieron a Lizzy a una cirugía luego de que su cara, cuello y pulmón se hirieran con el choque. Pero como Phantom, que a sus cortos seis meses de edad, era muy pequeño para separarse de su madre -y con menor razón tras un shock del atropello- los especialistas decidieron que lo mejor era que el bebé estuviera presente en la operación. Y así el koala bebé nunca dejó de abrazar a su madre durante todo el procedimiento, dándole amor y calor para su calma, y quizás la mejor receta para su recuperación. Lizzy quedará al cuidado del hospital veterinario hasta que sus heridas le permitan moverse con agilidad sobre los árboles de nuevo. En su página de Facebook, el Australia Zoo Wildlife Hospital comenta que este caso es solo un ejemplo de las más de 58.000 especies nativas que han atendido hasta el momento, casi siempre heridas por descuidos humanos.
El amor y el calor de la cría acompañó a su madre luego de que ésta quedara gravemente herida en el cuello y la cara mientras ambos cruzaban una carretera en Australia.
Imágenes conmovedoras nos muestra el Australia Zoo Wildlife Hospital de la operación que realizaron ayer en su sede de Coominya, al sureste del país oceánico. Se trata de Lizzy y su bebé Phantom, dos koalas que fueron alcanzados por un auto mientras cruzaban una carretera y que no se separaron en ningún momento tras el impacto. El bebé salió ileso, pero los veterinarios del hospital sometieron a Lizzy a una cirugía luego de que su cara, cuello y pulmón se hirieran con el choque. Pero como Phantom, que a sus cortos seis meses de edad, era muy pequeño para separarse de su madre -y con menor razón tras un shock del atropello- los especialistas decidieron que lo mejor era que el bebé estuviera presente en la operación. Y así el koala bebé nunca dejó de abrazar a su madre durante todo el procedimiento, dándole amor y calor para su calma, y quizás la mejor receta para su recuperación. Lizzy quedará al cuidado del hospital veterinario hasta que sus heridas le permitan moverse con agilidad sobre los árboles de nuevo. En su página de Facebook, el Australia Zoo Wildlife Hospital comenta que este caso es solo un ejemplo de las más de 58.000 especies nativas que han atendido hasta el momento, casi siempre heridas por descuidos humanos.
