21/03/2015 18:25:00
Según la bloguera estadounidense Sharon Greenthal, hay que tener en cuenta que esta es una red social, donde las interacciones con otros son símiles a las de un barrio, pero virtual. Por lo mismo, hay que tener ojo y respeto con lo que se publica.
Facebook ha revolucionado la forma de comunicarse en estos últimos años. Todos sus usuarios han sabido explotar su derecho a la libre expresión pero quizás, con ello, han dejado de pensar en el respeto. La premisa básica de esta red social es justamente eso, que es social. Eso significa que es interactivo, y por lo mismo, las respuestas serán algo común si emites algún comentario. Pero no todos son propicios.
La bloguera estadounidense Sharon Greenthal escribió en el
Huffington Post su opinión y recomendación para todos los usuarios de Facebook sobre las cuatro cosas que NO hay que postear en esta red social.
1.
No seas un jodido
La bloguera afirma que Facebook es una comunidad. “Tus conexiones de Facebook, ya sean amigos íntimos o casi extraños, leen tus publicaciones cuando pasan por su página de inicio, digiriendo las pequeñas partes de ti que decides compartir. Si estás teniendo un día de mierda, empatizarán contigo. Si tienes algo que celebrar, se alegrarán contigo”.
Pero afirma que hay que pensar muy bien antes de postear algo que pueda ofender o deprimir a los que te leen. “Si no te gusta el Día de la Madre, quizá lo mejor es que te mantengas apartado de Facebook ese día del año. Incluso más carga emotiva tiene el Día del Padre. Si el tuyo era un hijo de puta, puede que el jueves debieras desconectar de las redes”.
2.
La "mafia médica"
“Me molesta cuando la gente -no doctores ni enfermeros, sino una persona cualquiera- escribe algo sobre los peligros de la medicina convencional y los tratamientos médicos con enlaces a artículos sobre los efectos milagrosos de los anacardos o de los batidos de hortalizas para tratar cualquier cosa, desde enfermedades mentales hasta el cáncer terminal.
Que un profano en la materia prescriba una cura para una enfermedad no sólo es irresponsable, sino insultante para las personas que utilizan una medicación convencional. Y a las personas que están haciendo frente a una enfermedad y ven esos posts les puede producir miedo e incertidumbre hacia los consejos médicos y las decisiones deliberadas que han tomado”, expresa Greenthal.
Tus palabras en Facebook de alguna manera pueden afectar directamente en decisiones de otros. No querrás gatillas una depresión más profunda o una crisis en alguno de tus amigos virtuales, así que es mejor abstenerse de este tipo de publicaciones.
Una cosa es abrir un debate, pero otra muy distinta es dar cátedra en temas donde no eres un experto. Cada uno sana su cuerpo a su propia manera.
3.
Presumir con falsa modestia
Sharon expresa que odia los post del tipo:
- "¡Uf! No soy capaz de decidirme entre un crucero por el Mediterráneo o un resort en Cabo San Lucas. ¡Se aceptan sugerencias!"
- "¡Oh, Dios mío! Tengo la bandeja de entrada tan llena que no voy a poder leerlo todo. ¡Hasta arriba!"
- "Oprah quiere leer el borrador de mi próxima novela. No sé si debo estar feliz... ¡Es tan crítica!"
La bloguera comenta que si tienes buenas noticias, compártelas. “No lo conviertas en una oportunidad para que tus amigos proclamen lo maravilloso que eres. Pueden hacerlo sin necesidad de que publiques estas cosas”.
4.
Y lo peor de todo... obligar a la curiosidad
Seguro muchos han leído los clásicos posts que a aluden a alguna situación –buena o mala- pero no se lee ningún detalle:
- "No puedo creer que un amigo me haya tratado así. Lección aprendida"
- "El mejor día DE MI VIDA. ¡Nada volverá a ser igual!"
- "No hay nada que pueda arreglarlo. Qué asco de día"
- "Ahora mismo les encantaría estar en mi lugar. ¡Qué subidón!"
Sharon comenta que es desesperante porque lo único que haces con estas publicaciones es manipular a tus amigos de Facebook para que se pregunten ‘¿por qué?’, ‘¿qué ha pasado?’, ‘¿estás bien?’, ‘¿cuál es la buena noticia?’. Greenthal es sabia en decir que si vas a contestar de todas formas esas preguntas, dilo de una; y si no lo vas a contar, entonces no lo compartas en Facebook.
Greenthal es muy sabia al decir que hay que pensarlo así:
- Si vas a casa de una amiga y su madre está pasando allí la tarde, ¿le dirías que te pone triste porque tu madre es una arpía?
- Si fueras a visitar a un amigo al hospital, ¿le dirías que se quitara la vía con medicación que seguramente necesita con urgencia?
- ¿Llamarías a un amigo para decirle "¡Me acaban de dar la mejor noticia de mi vida!" y luego colgarías?
- ¿Te mostrarías excesivamente crítico con tus logros frente a tu jefe? ¿O con tu familia?
“Facebook es más que un lugar en el que dices lo que crees y piensas y sientes. Es un lugar en el que los demás leerán tus posts y reaccionarán. No es una sala de conferencias, sino un barrio.
Piensa lo que vas a decir y plantéate si se lo contarías a más de 500 personas a la cara. No estás gritándolo en una sala vacía. Estás retransmitiéndoselo a todos tus amigos de Facebook.
Con tus contactos virtuales deberías ser tan considerado como con tus conocidos en la vida real”.