05/01/2015 17:11:00
Varios psicólogos quisieron entender el efecto del tedio en las personas y se encontraron con escenarios positivos y negativos.
“Los tontos se aburren” reza el dicho popular, pero varios estudios recientes realizados en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá revelaron que
uno de los efectos positivos del aburrimiento es que potencia la creatividad. Es decir, sin el aburrimiento no podríamos lograr tantas hazañas creativas.
Sandi Mann, una terapeuta inglesa quiso entender y explorar la ciencia del aburrimiento, “es la Cenicienta de la psicología”, expresó en la
BBC Mundo tras reconocer que es una de las pocas que ha indagado en este denso tema, justamente porque suena bastante fome. Pero varios autores han comprobado que esta noción está muy lejos de ser verdad.
¿Quiénes son los aburridos?
John Eastwood, de la Universidad York de Canadá, fue uno de los primeros académicos que se interesó en este tema. Él encontró que había
dos tipos característicos de personalidad que tienden a sufrir de tedio y ninguno de las dos es particularmente flojo. Por un lado, el aburrimiento tiene que ver con la falta de satisfacción de los impulsos naturales que el hombre tiene de realizar distintas actividades y de tener nuevas experiencias. Para estas personas, una vida tranquila no es lo suficientemente intensa como para captar su atención, por lo tanto, surge el aburrimiento. "El mundo es crónicamente poco estimulante", dice Eastwood.
Por otro lado, hay personas que tienen el problema opuesto, donde ven el mundo como un lugar temible, y se encierran en sí mismas. "Debido a su alta sensibilidad al dolor, se retraen", dice el científico. Pero no siempre están satisfechas con eso, por lo mismo, se genera un aburrimiento crónico.
Efectos negativos
El aburrimiento a largo plazo puede hacer que las personas tengan una mayor tendencia a fumar, beber demasiado o consumir drogas. Incluso, a comer en exceso y de manera poco saludable. "El aburrimiento es lo que está impulsado la industria de los dulces y chucherías", afirmó Mann.
La expectativa de vida también se puede ver afectada por el aburrimiento según un estudio realizado en el Reino Unido. La investigación reveló que los funcionarios de mediana edad que tenían más probabilidades de aburrirse, tenían un 30% más de probabilidad de morir en los siguientes tres años.
Esto ha generado varias interrogantes en los psicólogos evolutivos. "El hecho de que el aburrimiento sea una experiencia cotidiana sugiere que debería servir para algo", dijo a la BBC Heather Lench, de la Universidad Texas A&M. Ella y muchos se comenzaron a cuestionar por qué las emociones evolucionarían hacia la autodestrucción antes que hacia un beneficio.
Efectos positivos
Lench ha estado indagando en el tema y su hipótesis es que
el aburrimiento se encuentra detrás de una de nuestras características más importantes: la curiosidad. Es lo que gatilla que no caigamos más en una rutina mental y que siempre nos sintamos impulsados a realizar nuevas actividades, rutas o pensar nuevas ideas. Lench teoriza que el aburrimiento paradójicamente incrementa la motivación.
Esta hipótesis es avalada y comprobada por Mann. Ella estudió a varios voluntarios en su laboratorio, donde los dejó largas horas en la tediosa actividad de copiar una larga lista de números telefónicos. Su investigación reveló que el hastío que les producía esta actividad, elevaba después su desempeño en pruebas de creatividad, como la búsqueda de usos innovadores para objetos de uso común, por ejemplo.
La psicóloga sospechó que
el tedio llevó a sus mentes a deambular, y eso los llevó a pensar de forma más asociativa y creativa. "Nos permite dar saltos de imaginación", dijo.
¿Cómo lidiar con el aburrimiento?
"Debemos asumirlo", dice Mann. "En vez de decir 'estoy aburrida' cuando estoy atrapada en el tráfico, pongo música y dejo que mi mente divague, a sabiendas de que es bueno para mí".
Por su parte, Eastwood recomienda buscar el problema de fondo y tener cuidado de no buscar un escape inmediato, si no que reflexionar y preguntarse qué nos está pasando. El investigador advierte que buscar una gratificación inmediata a través del teléfono o la tableta puede ser contraproducente. “Vivimos en una sociedad dominada por la tecnología, en la que estamos demasiado estimulados, constantemente afectados por las interrupciones. Eso nos pone en una especie de cinta para correr: nos la pasamos esperando cosas que reaviven nuestra curiosidad cada vez más fáciles y más rápidas. Pero es posible que esto nos cause, en realidad, más aburrimiento".
Parte del trabajo terapéutico de Eatwood es enseñarle a la gente cómo sentir que sus vidas tienen un propósito, un sentido y un significado. Así, sus pacientes de a poco van encontrando más respuestas personales a la búsqueda de qué hacer con sus vidas para no aburrirse.
El especialista advierte que aburrirse puede parecer una molestia superficial, pero podría ser un síntoma de una crisis existencial más profunda. Por lo mismo, si te sientes aburrido constantemente quizás sea momento de que canalices ese tedio hacia la creatividad y el inicio de nuevos rumbos y experiencias.