09/12/2014 11:57:00
Paul Rosolie sólo llegó a ingresar su cabeza dentro de la enorme serpiente, pues un dolor en su brazo hizo que desertara de la idea en el programa "Eaten alive" ("Devorado vivo").
Hace unas semanas publicamos el teaser del programa "Eaten Alive" ("Devorado vivo") de Discovery Channel que mostraría cómo una anaconda se comería a un humano en tiempo real. Hace unos días el programa mostró la extrema misión del naturalista y cineasta Paul Rosolie, con un desenlace fallido. En la selva amazónica peruana, una anaconda hembra de más de seis metros de largo quiso hacer de Rosolie -cubierto en un traje especial de protección- su almuerzo. Sin embargo, tras unos minutos donde el reptil enorme lo apretó con fuerza y comenzó a digerirlo, Paul Rosolie lanzó su grito de ayuda porque su brazo estaba siendo dolorosamente aplastado por la fuerza de la anaconda. "Me estaba apretando justo el brazo que tenía expuesto, y comencé a sentir cómo se cortaba la circulación de la sangre hacia mi mano. Pero cuando sentí que mi hueso estaba cediendo hacia una fractura, decidí salir de ahí", dijo el protagonista al medio británico The Telegraph. El equipo que lo acompañó en su osada travesía corrió a su rescate y el hombre no salió lesionado. Sin embargo, varios animalistas han protestado por las consecuencias que la serpiente vivió.
Paul Rosolie sólo llegó a ingresar su cabeza dentro de la enorme serpiente, pues un dolor en su brazo hizo que desertara de la idea en el programa "Eaten alive" ("Devorado vivo").
Hace unas semanas publicamos el teaser del programa "Eaten Alive" ("Devorado vivo") de Discovery Channel que mostraría cómo una anaconda se comería a un humano en tiempo real. Hace unos días el programa mostró la extrema misión del naturalista y cineasta Paul Rosolie, con un desenlace fallido. En la selva amazónica peruana, una anaconda hembra de más de seis metros de largo quiso hacer de Rosolie -cubierto en un traje especial de protección- su almuerzo. Sin embargo, tras unos minutos donde el reptil enorme lo apretó con fuerza y comenzó a digerirlo, Paul Rosolie lanzó su grito de ayuda porque su brazo estaba siendo dolorosamente aplastado por la fuerza de la anaconda. "Me estaba apretando justo el brazo que tenía expuesto, y comencé a sentir cómo se cortaba la circulación de la sangre hacia mi mano. Pero cuando sentí que mi hueso estaba cediendo hacia una fractura, decidí salir de ahí", dijo el protagonista al medio británico The Telegraph. El equipo que lo acompañó en su osada travesía corrió a su rescate y el hombre no salió lesionado. Sin embargo, varios animalistas han protestado por las consecuencias que la serpiente vivió.