23/11/2014 9:51:00
La consultora Pullen & Dockendorff midió la valoración que hacen de las empresas las comunidades con las que conviven. Y el rechazo va ganando. Las más “peleadas” con su entorno son Codelco Ventanas, Promel, HidroAysén, la central Santa Marta de Colbún y Porkland.
Las inversiones de las empresas tienen un efecto colateral que no siempre se considera: el rechazo de las comunidades a los proyectos. Por eso el estudio CRAMM VSN 2014 de la consultora Pullen & Dockendorff, creó una herramienta que mide estas variables que son complejas de medir, porque tiene que ver con la opinión y relación de la inversión con sus vecinos.
En 18 meses y con el patrocinio de la Sofofa, los consultores William Pullen y Marta Dockendorff levantaron datos de 335 empresas, instalaciones productivas, organismos del Estado, gremios, ONG y organizaciones de 43 sectores económicos, para listar con una escala que mide vinculación con comunidades. Mientras más lejos de cero, mayor el nivel de riesgo.
Y sus conclusiones fueron decidoras: las entidades más “peleadas” con sus vecinos son Codelco Ventanas (Valparaíso; riesgo de 94), Promel (Arica y Parinacota; 84,9), HidroAysén (Aysén; 80,9), la central Santa Marta de Colbún (Biobío; 80) y Porkland (Región Metropolitana; 79,9).
En la parte alta, las entidades mejor valoradas son Bomberos (riesgo de 8,8), Nestlé (10), Carozzi (10,4), Universidad Austral (Los Ríos, 10,8), Universidad de Talca (Maule, 11,6), Planta San Fernando de Nestlé (O’Higgins, 11,8), Mall Plaza Norte (Metropolitana, 11,9), Farmacias del Doctor Simi (12,4), Homecenter (13,1) y la Planta Nos de Carozzi (13,8).
Una de las conclusiones más preocupantes del estudio dado a conocer por
El Mercurio de Valparaíso, es que la valoración que tienen las comunidades por las empresas en Chile es de solo 1,6.
El instrumento -que puede ser adquirido por las empresas- mide 12 atributos “críticos”: nivel de confianza, disposición de compra, disposición a trabajar, la bienvenida como vecino, conveniencia de los productos y servicios, contribución de las organizaciones, mejora de la calidad de vida, molestias, discriminación, diálogo, reputación y abusos. Después se agrupan en tres indicadores: desarrollo económico (grado de contribución al desarrollo material); Bienestar Social (nivel de aporte al bienestar humano) y Consideración y estrés. De esos indicadores se determina el Valor Social Neto (VSN). Mientras Bomberos alcanza un VSN de 103 puntos, la División Ventanas de Codelco logró uno de -268,6.
“El mercado se rige muy bien en el ámbito de la competencia, pero el desempeño social es algo distinto”, afirmó William Pullen, a lo que Marta Dockendorff agregó que “la Responsabilidad Social Empresarial no es solo entregar regalos. Las empresas tienen que cumplir con las comunidades donde se asientan más allá de obsequios. Se necesitan empresas mejor gobernadas”.
El investigador agregó que, de acuerdo a los resultados del trabajo, la industria “sin clientes”, como la minería, tiene menos desarrolladas las habilidades para vincularse con las comunidades, a diferencia de empresas de servicio, con departamentos que reciben y tramitan reclamos.