13/10/2014 21:16:51
El referéndum, convocado para el 9 de noviembre, fue suspendido por Artur Mas tras una reunión con los partidos políticos. El gobierno español había calificado de inconstitucional el proceso.
El presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas, renunció a celebrar el referéndum independentista que convocó de cara al 9 de noviembre en la región del noreste de España, informaron hoy medios españoles. En una reunión de siete horas con los partidos catalanes que apoyan la consulta, el jefe del Ejecutivo regional admitió que ésta no puede celebrarse tal y como fue planteada en el decreto de convocatoria, al haber sido impugnado por el gobierno de Mariano Rajoy y suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional español. El plan de Mas pasa ahora por plantear una alternativa legal al referéndum que previsiblemente hará pública mañana desde el Palau de la Generalitat de Barcelona, sede del gobierno catalán, según informó en un comunicado el departamento de la Presidencia. La decisión no fue bien recibida hoy por los grupos políticos pro consulta, que abogan por seguir adelante con el proceso soberanista pactado y no admiten "sustitutos" del referéndum de autodeterminación. El gobierno regional había consensuado con los republicanos independentistas de ERC, los ecosocialistas de ICV y la pequeña CUP la fecha y las dos preguntas de la consulta: "¨Quiere que Cataluña sea un Estado?" y "¨Quiere que este Estado sea independiente?" Desde ERC, socios de Mas en el Parlamento catalán, pidieron hoy al Parlamento catalán que "haga una declaración de independencia inmediata" y abra "un proceso constituyente" si no hay referéndum del 9 de noviembre. Los representantes de ICV abogaron por organizar en esa fecha una movilización coordinada en la región y la pequeña CUP convocó esta misma noche una asamblea informativa. Según avanzaron medios españoles, la propuesta de Mas estaría basada en los procesos de participación ciudadana que recoge la ley de consultas catalana, aprobada recientemente por el Parlamento regional para dar amparo legal a la consulta soberanista. El gobierno de Rajoy impugnó ante el Constitucional esta normativa, pero no en su totalidad, lo que podría dejar un resquicio legal a Mas para plantear una alternativa a la votación del 9 de noviembre. La suspensión del alto tribunal bloqueó el proceso soberanista del gobierno catalán, que tuvo que cancelar "temporalmente" la campaña institucional dirigida a impulsar la consulta del 9 de noviembre y no pudo dar los pasos necesarios para organizar la votación en los plazos marcados. Desde entonces, Mas negocia una salida con los partidos pro consulta, que le piden que siga adelante con el plan del 9 de noviembre, a pesar de que el presidente del gobierno catalán siempre sostuvo que no celebraría la votación sin garantías democráticas. Cataluña tiene 7,5 millones de habitantes y es una de las regiones más importantes económicamente de España. El independentismo ganó visibilidad en los últimos años con grandes movilizaciones convocadas en la región, aunque una parte de la población está en contra de la secesión.
El referéndum, convocado para el 9 de noviembre, fue suspendido por Artur Mas tras una reunión con los partidos políticos. El gobierno español había calificado de inconstitucional el proceso.
El presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas, renunció a celebrar el referéndum independentista que convocó de cara al 9 de noviembre en la región del noreste de España, informaron hoy medios españoles. En una reunión de siete horas con los partidos catalanes que apoyan la consulta, el jefe del Ejecutivo regional admitió que ésta no puede celebrarse tal y como fue planteada en el decreto de convocatoria, al haber sido impugnado por el gobierno de Mariano Rajoy y suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional español. El plan de Mas pasa ahora por plantear una alternativa legal al referéndum que previsiblemente hará pública mañana desde el Palau de la Generalitat de Barcelona, sede del gobierno catalán, según informó en un comunicado el departamento de la Presidencia. La decisión no fue bien recibida hoy por los grupos políticos pro consulta, que abogan por seguir adelante con el proceso soberanista pactado y no admiten "sustitutos" del referéndum de autodeterminación. El gobierno regional había consensuado con los republicanos independentistas de ERC, los ecosocialistas de ICV y la pequeña CUP la fecha y las dos preguntas de la consulta: "¨Quiere que Cataluña sea un Estado?" y "¨Quiere que este Estado sea independiente?" Desde ERC, socios de Mas en el Parlamento catalán, pidieron hoy al Parlamento catalán que "haga una declaración de independencia inmediata" y abra "un proceso constituyente" si no hay referéndum del 9 de noviembre. Los representantes de ICV abogaron por organizar en esa fecha una movilización coordinada en la región y la pequeña CUP convocó esta misma noche una asamblea informativa. Según avanzaron medios españoles, la propuesta de Mas estaría basada en los procesos de participación ciudadana que recoge la ley de consultas catalana, aprobada recientemente por el Parlamento regional para dar amparo legal a la consulta soberanista. El gobierno de Rajoy impugnó ante el Constitucional esta normativa, pero no en su totalidad, lo que podría dejar un resquicio legal a Mas para plantear una alternativa a la votación del 9 de noviembre. La suspensión del alto tribunal bloqueó el proceso soberanista del gobierno catalán, que tuvo que cancelar "temporalmente" la campaña institucional dirigida a impulsar la consulta del 9 de noviembre y no pudo dar los pasos necesarios para organizar la votación en los plazos marcados. Desde entonces, Mas negocia una salida con los partidos pro consulta, que le piden que siga adelante con el plan del 9 de noviembre, a pesar de que el presidente del gobierno catalán siempre sostuvo que no celebraría la votación sin garantías democráticas. Cataluña tiene 7,5 millones de habitantes y es una de las regiones más importantes económicamente de España. El independentismo ganó visibilidad en los últimos años con grandes movilizaciones convocadas en la región, aunque una parte de la población está en contra de la secesión.